martes, 31 de mayo de 2016
10.-Importancia de los wearables
Hoy en día, muchas aplicaciones que usamos en el día a día
suplen con una interfaz gráfica y necesidad de que interactuemos con ellas
porque no tenemos tecnología suficiente para hacerlo más... humano. Navegamos
por menús, listas de iconos, hacemos scroll, entramos en secciones y
subsecciones, todo porque no podemos pedir directamente lo que queremos.
Con un ejemplo se entiende mejor: No queremos tener que entrar
cada rato en WhatsApp para ver qué me tienen que contar nuestros familiares y
amigos, el objetivo real de la aplicación es tenerme informado de ello, la
interfaz actual —una lista de conversaciones, y dentro de cada una la información
escrita— es simplemente un atajo para el verdadero motivo por el que la usamos,
la forma evolutiva final de WhatsApp sería una aplicación que nos
cuente lo que nuestros amigos y familiares están haciendo. Y nos lo diga de
forma humana.
La interacción futura es la conversación, no una lista de iconos
y apps a pantalla completa
En vez de: "Juan García dijo a las 12:32 que LOLOLOLOL!",
queremos un "Tu amigo Juan se ha reído mucho con el chiste de antes".
WhatsApp, o cualquier otra aplicación de mensajería instantánea, deberá
convertirse en un agente real que existe en nuestras vidas.
Y así con todo. No deberíamos estar abriendo una web de
noticias deportivas, navegar por sus menús durante un rato, solo para ver cómo
está la clasificación de La Liga. Si el objetivo es estar informado,
deberíamos poder pedir, en tono de conversación, cómo va la liga de fútbol
ahora mismo, y obtener una respuesta en el mismo tono de conversación. —
"¿Cómo va la liga? El Atleti primero, el Barça segundo pero con un partido
menos", la alternativa conversacional es increíblemente superior a la
experiencia actual.
Un último ejemplo, no quiero tener que entrar en una web, o una
app, para comprar la misma leche, las mismas galletas, el mismo pan de molde,
los mismos refrescos, etc. que compro siempre. Queremos decirle a algo
"cómprame galletas, leche, refresco y pan", y ya. Queremos que
eso nos responda con lo que cuesta y una confirmación para comprarlo. Tal y
como lo haría si como lo haría yo si mi mujer me pide ir a hacer la compra.
El smartphone nos ocupa atención, nos ha proveído de una falsa
sensación de movilidad, pero seguimos atados a sus pantallas
La web del diario deportivo, la aplicación de mensajería
instantánea, la web del supermercado, etc. son formas que ha adoptado la
tecnología en el paso intermedio en el que vivimos de tecnología visible.
Esta tecnología ocupa lugar y atención, y no debería ser así. Tenemos que dejar
de hacer otras cosas, tenemos que quitarnos de nuestro tiempo libre para ir a
hacer la compra, mirar los resultados deportivos o estar al tanto de lo que
ocurre a nuestros amigos. En unos años veremos estos hábitos como
cavernícolas.
Seguiremos mirando pantallas, claro: las películas, las
imágenes, los textos que queramos analizar por nuestra cuenta —en vez de que
una IA nos lo cuente como haría cualquier otro humano—, pero no necesitaremos
usar pantallas para cosas que no deberían necesitar pantallas. Los
smartphones han hecho gran parte del trabajo de darnos más movilidad física a
la hora de comunicarnos, pero si lo piensas bien sólo nos han liberado de tener
que estar sentado delante de un ordenador. Seguimos teniendo que hacerlo
todo por nosotros mismos, mientras miramos a una pantalla. No deberíamos
desperdiciar nuestra vida en esto.
Los wearables cambiarán nuestra vida mucho más que lo que
hicieron los smartphones, simplemente porque no necesitarán nuestra atención
completa
Y es por lo que los dispositivos corporales, en nuestras
muñecas, colgando de nuestro cuello, dentro de nuestras orejas, etc. son tan
importantes. Cambiarán nuestra vida mucho más que lo que hicieron los
smartphones. Los smartphones nos dieron una pizca de libertad, los wearables
nos darán un más que necesario respiro de vivir atado a una pantalla durante
las últimas dos décadas.
No deberíamos hablar de
asistentes, deberíamos hablar de amigos. Nuestros hijos se criarán hablando con
ellos. El hijo tecnológico de Siri, de M, de Cortana, de Alexa será su
asistente, sí. Pero también será amigo más cercano, su confidente más afín, su
profesor y su compañero de trabajo
9.-Los wearables se afianzan en el mercado
A pesar del desconocimiento del gran público sobre la utilidad de los dispositivos.
.
La penetración varía mucho de mercado a
mercado.
Los wearables crecen en
el mercado de forma clara.
Viendo los datos históricos de Reino Unido
y Estados Unidos, la evolución es clara.
El periodo navideño de 2015 ha sido clave.
El periodo navideño de 2015 ha sido clave.
En Europa los smartwatches son predominantes. En Estados Unidos, las pulseras de medición.
Kantar lleva varios trimestres midiendo el impacto y aceptación de
la sociedad de esta nueva categoría de tecnología de consumo, y los resultados
demuestran que se afianzan en el mercado, pero a un ritmo lento. Similar al de
cualquier tecnología de consumo, que antes
de explotar pasa por una época de desconocimiento.
Como nos explicaba
Rick Osterloh en febrero: "esperábamos
que la adopción fuera mucho más rápida de lo que está siendo (...) incluso con
Apple dentro del mercado actuando de impulsor de la categoría".
El anterior CEO de Motorola, compañía que apostó muy fuerte por los
smartwatches desde el inicio, demostraba cierta decepción ante la realidad del mercado.
El gran público sigue sin saber qué hacer
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